El 6 de diciembre de 1996 la Superintendencia General de Puertos (hoy ANI) y Ocensa firmaron el contrato de concesión portuaria para la construcción y operación del terminal marítimo petrolero que presta el servicio de cargue de crudo para exportación. La vigencia del contrato de concesión fue prorrogada en el año 2016 por 20 años adicionales, hasta el año 2036.
Es una autorización otorgada por el Estado (en cabeza de la ANI) a Ocensa, para usar de manera temporal, una porción de playa y de zona marítima adyacente en el Golfo de Morrosquillo, para la construcción y operación de un terminal marítimo petrolero, a cambio de una contraprestación portuaria anual y del cumplimiento al plan de inversiones aprobado.
La infraestructura del terminal marítimo de Ocensa consiste en una tubería submarina de 12 kilómetros de longitud, que conecta la infraestructura en tierra con la Unidad de Cargue de Tanqueros (TLU-2) o monoboya, a través de la cual el crudo de nuestros clientes se transporta por mangueras flexibles submarinas y flotantes las cuales se conectan a los buque tanques para realizar la operación de cargue del crudo.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), antes conocida como Instituto Nacional de Concesiones (INCO), es estatal, de naturaleza especial y está adscrita al Ministerio de Transporte.
Esta entidad planea, coordina, estructura, contrata, ejecuta, administra y evalúa proyectos de concesiones “para el diseño, construcción, mantenimiento, operación, administración y/o explotación de la infraestructura pública de transporte”.
De esta manera Ocensa reafirma su compromiso con nuestros colaboradores, comunidades, medioambiente, clientes y autoridades, asegurando una operación sostenible y responsable, priorizando el cuidado por la vida y el ambiente.
El contrato de 1996 entre Ocensa y la ANI fue renovado el 5 de diciembre de 2016 y estará vigente hasta el 2036. De este se desprende el proyecto Concesión Portuaria (Conport) que contempla, entre otros aspectos, modernizar y mejorar la infraestructura de la Terminal de Coveñas.
El proyecto nació para ejecutar el pico de la inversión inicial de 108 millones de dólares a 20 años correspondientes a la Concesión Portuaria. Es decir, el Proyecto Conport de 2019 a 2021 invirtió 49,12 millones de dólares y posteriormente, con la operación y los trabajos de integridad se ha ido ejecutando el resto del presupuesto.
En el marco de Conport, pero principalmente por el compromiso que tenemos con nuestros colaboradores, comunidades, medioambiente, clientes y autoridades, emprendimos un trabajo de alta ingeniería que consta de tres partes fundamentales:
Trabajamos para garantizar una ejecución responsable y segura de las operaciones, priorizando el cuidado por la vida y el medioambiente. El proyecto Conport se ejecuta siguiendo los términos de la licencia ambiental que lo cobija.
Para desarrollar las actividades de construcción, operación y mantenimiento de la infraestructura de transporte de crudo incluyendo la infraestructura submarina y la TLU2, Ocensa cuenta con una licencia ambiental ordinaria emitida por el entonces Ministerio de Medio Ambiental bajo la resolución 952 del 31 de agosto de 1995. Así mismo cuenta con un plan de manejo ambiental que contempla las medidas de manejo que deben ser aplicadas en el área concesionada con el fin de prevenir y mitigar cualquier impacto ambiental que pueda llegar a ser generado en el área de influencia de la operación.
El plan de gestión social de la Concesión Portuaria ANI contempla seis líneas de trabajo:
Cada año se realizan en el Golfo de Morrosquillo, por parte de los operadores de los tres terminales marítimos petroleros (TLU1-TLU2-TLU3), simulacros de nivel 3 que involucran organizaciones y autoridades nacionales, regionales y locales para mantener el mejor grado de alistamiento y reacción a los planes de contingencia y emergencias.
El 2 de agosto de 2022 Ocensa, con el acompañamiento de las autoridades locales y nacionales, incluyendo la Capitanía de Puerto de Coveñas y con previa obtención de todos los permisos y autorizaciones requeridas, llevó a cabo el hundimiento de la TLU-2. De esta forma, la estructura fue revertida a la Nación en el marco del plan de inversiones del contrato de concesión portuaria, convirtiéndose en un arrecife artificial que beneficia a los ecosistemas y a las comunidades del Golfo de Morrosquillo.