“Como no podemos traer el páramo, les traemos los productos”

${notabanner.alternativeText}`;

Así empezó la intervención María Isabel Lanza en la feria de unidades productivas realizada en Ocensa. 21 proyectos que incluyeron productos y servicios gestados desde las regiones.


Llegó desde Ramiriquí, Boyacá, y antes de las ocho de la mañana tenía en la terraza de Ocensa el puesto decorado y surtido con productos de su región. María Isabel Lanza, de la Corporación Respira Turismo, luce un atuendo típico de la mujer rural boyacense: ropa colorida, delantal, sombrero, alpargatas y trenzas; pero, sobre todo, contagia con su entusiasmo a la hora de promocionar todo el turismo que se puede hacer en Boyacá.

El ‘Encuentro de unidades productivas: desafíos de un modelo sostenible’, realizado con el apoyo de la Fundación Oleoductos de Colombia, fue la oportunidad para conocer varias de las iniciativas de emprendimiento que Ocensa ha impulsado en los últimos años para contribuir a la generación de empleo y a la reactivación económica de varios municipios en nuestra área de influencia.


Una de esas áreas es donde nace nuestra operación: Casanare. De allí viene Claudia Lizeth Ramírez con su sombrero, botas y voz templada. Es la líder de la Asociación de Aloe Vera que cuenta con 26 socios (15 mujeres) de 9 veredas del municipio de Monterrey. Su principal actividad es el cultivo y comercialización de sábila orgánica, también han iniciado el proceso de transformación para despulpar la sábila y comercializar los cristales. Asimismo, algunos de sus asociados han experimentado con la producción de bebidas con base en aloe vera siendo saborizadas con frutos y aromáticas.

Los productos y servicios reunidos en Ocensa sumaron 21 unidades productivas conformadas, en su mayoría, por mujeres de sectores rurales ubicadas en los departamentos de Casanare, Boyacá, Santander, Antioquia, Córdoba y Sucre.

“Yo quería traer vino hecho en Coveñas, pero sabía que tendría problema en el aeropuerto”, contó Nancy Katiuska Ascanio, de Afrobantú. Ataviada con ropa colorida y turbante, Nancy tiene como propósito defender y brindar apoyo a las comunidades afrodescendientes y vulnerables de Coveñas, Sucre, gestionando proyectos con el sector público y privado para la promoción y el desarrollo de la productividad de los asociados.

Volviendo al asunto del vino, efectivamente Nancy tuvo inconvenientes en el aeropuerto. “Que lo entro, lo entro”, dijo. Horas después, estábamos probando el vino de Coveñas en Bogotá. Queda claro porqué es líder de una asociación.

“Una persona que fabrica traperos me dice que está facturando de forma electrónica. Eso es un aporte invaluable de esta iniciativa de Ocensa.”

Además de la muestra de productos y servicios, los líderes de los proyectos participaron en charlas y conferencias a cargo de los voluntarios de Ocensa, quienes intercambiaron ideas y experiencias sobre liderazgo femenino para el empoderamiento productivo y la importancia de la innovación y creatividad para los negocios.

Y creatividad y discurso es la que viene del golfo de Morrosquillo con José Pardo, de la Asociación de Informadores Turísticos de la Ciénaga de la Caimanera, quien dice: “Allá todo lo hacemos a remo”. Con computador en mano, José explica cómo el proyecto surge de la necesidad de implementar y desarrollar el ecoturismo y agroturismo en el ecosistema de la ciénaga La Caimanera siendo responsables con el cuidado del ecosistema, los mangles y la fauna que en ella habitan. Sus tours ecológicos ya son reconocidos en la zona.

También hubo momentos de reconocimiento. “De las más grandes desilusiones del campesino colombiano, es no tener por dónde sacar sus productos. En Remedios, Antioquia, con Ocensa hemos tenido la oportunidad de tener las vías veredales del área de influencia de la compañía en muy buen estado. Estamos muy agradecidos”, expresó Luis Fernando Tangarife, de la Asociación Cacaoteros de Remedios – ASOCARE.

La pandemia fue una prueba de fuego para estas iniciativas. En ella, y con la ayuda de capacitaciones, aprendieron a promocionar y a vender sus productos por medio de canales digitales. De los proyectos productivos que ha apoyado Ocensa, el 80% sostuvo a sus familias en la pandemia.

La iniciativa de unidades productivas intenta darle un impulso a ese recurso y capital social que hay más allá de los grandes centros urbanos. “Nuestras regiones están colmadas de energía, de talento, de una dinámica social y cultural increíbles. Cuando las mujeres logran un empoderamiento económico, tienen empoderamiento sobre su vida y eso les permite ser más autónomas”, afirma Sandra Patricia Wilches, presente en la feria.

Este encuentro facilitó la interacción entre proyectos que apenas están iniciando y otros que alcanzan los seis u ocho años y ya están consolidados. Ese intercambio de experiencias es enriquecedor para entender que los inicios de un emprendimiento son difíciles, pero con el tiempo, el trabajo y la perseverancia los proyectos se consolidan.


Suscríbase a nuestro newsletter