Trabajo comunitario por la conservación del manglar en la bahía de Cispatá, Córdoba

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A través del proyecto Vida Manglar Ocensa reafirma su compromiso con la conservación, el cuidado y el progreso del manglar, como ecosistema estratégico priorizado en su programa de biodiversidad.


El Día Internacional del Manglar es la oportunidad para reconocer y celebrar las acciones de conservación de este extraordinario ecosistema priorizado por Ocensa e incluido como asunto material en el ESG 2030, que aporta al bienestar del océano y al área continental y es cuna de numerosas especies de fauna marina al actuar como barrera viva protegiendo la zona costera de inundaciones, procesos erosivos y huracanes.

El manglar además cumple un rol fundamental para mitigar los efectos del cambio climático por su capacidad de capturar y almacenar entre 7 y 10 veces más el CO2 que los bosques terrestres, e influye directamente en la protección de las comunidades costeras que desarrollan sus actividades económicas por medio del uso sostenible de los recursos provenientes del manglar.

Es por eso que Vida Manglar, uno de los proyectos de compensación ambiental de Ocensa, se destaca por la restauración y rehabilitación de más de 39 hectáreas de manglar en la bahía de Cispatá en Córdoba, un proceso que durante tres años ha sido ejecutado en alianza con ODL | OBC, la Fundación Omacha, INVEMAR, con el aporte comunitario de las ocho asociaciones de mangleros de los municipios de San Antero y Lorica y la supervisión y vigilancia de la Corporación Autónoma Regional del Sinú y San Jorge – CVS, actuando directamente en los sitios priorizados: salitrales Sonia y Las Mujeres, en el sector El Dago del área protegida Distrito Regional de Manejo Integrado DRMI Cispatá, La Balsa y Tinajones y beneficiando a 1750 personas.

asociaciones de mangleros de los municipios de San Antero y Lorica y la supervisión y vigilancia de la Corporación Autónoma Regional del Sinú y San Jorge – CVS, actuando directamente en los sitios priorizados: salitrales Sonia y Las Mujeres, en el sector El Dago del área protegida Distrito Regional de Manejo Integrado DRMI Cispatá, La Balsa y Tinajones y beneficiando a 1750 personas.

A traves de Vida Manglar se logró además la rehabilitación de 11.400 metros de caños en un sector afectado por la hipersalinización (evento generado por la concentración excesiva de sal y de la obstrucción natural de los caños internos del ecosistema), permitiendo el ingreso de agua y propágulos (semillas de mangle) y el lavado por medio de la marea natural de la bahía, así mismo en la desembocadura del río y se instalaron 480 montículos de crecimiento con 5.760 plántulas y se dispersaron 18.675 semillas de mangle rojo (Rhizophora mangle) en 7,47 hectáreas; para contribuir a la regeneración natural del lugar.

“Estamos convencidos que esta es la forma de generar beneficios ecosistémicos mucho más relevantes para la conservación de nuestro planeta, Ocensa está comprometido con el medio ambiente y con sus comunidades en un camino hacia la sostenibilidad” afirmó Liliana Medina, Jefa de Gestión Ambiental de Ocensa.

Un logro comunitario para la conservación ambiental

Los esfuerzos del trabajo comunitario por la conservación del bosque de manglar, en la bahía de Cispatá, en Córdoba, se ven reflejados en la exitosa restauración de este valioso ecosistema y por eso durante toda su ejecución el proyecto contó con la contribución y el conocimiento tradicional de las comunidades mangleras de San Antero y Lorica: AMI, ASMADECOS, ASOMAGRO, LA ASOCIACIÓN DE MANGLEROS Y PESCADORES DE CAÑO LOBO, ASOMAUSAN, COOPROCAÑO, COMASCAL Y ASOMAPEBCA, quienes se vincularon activamente como asociaciones organizadas y legalizadas promoviendo así el desarrollo sostenible de las comunidades locales y los procesos de gobernanza que se han venido trabajando en el territorio en el marco del proyecto Vida Manglar.


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