De la piedra al panel solar

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Los hallazgos arqueológicos durante la construcción de la granja solar SolarVas, en Vasconia, muestran piezas y fragmentos creados por quienes habitaron esta región hace más de 3 mil años.


Hace cerca de 3 mil años había personas en lo que hoy es el corregimiento de Vasconia, en Puerto Boyacá, caminando con piedra en mano para ver que cazaban, cortaban o machacaban. La escena pareciera sacada del Neolítico, último periodo de la Edad de Piedra, pero no es tan antigua.

El cálculo de los 3 mil años surgió a partir de los objetos encontrados en 2023 durante las excavaciones para la construcción de SolarVas, la granja solar en Vasconia.

La historia de las comunidades de la ribera del río Magdalena nos remonta a períodos anteriores a la terminación (2600 A.C. aprox.) de la pirámide de Guiza, en Egipto. La fecundidad de la tierra y la riqueza del río Magdalena atrajo durante milenios a diferentes grupos humanos dedicados básicamente a la caza, conformados por pocos individuos, y que, según la evidencia, muestra que se desplazaron desde la Costa Atlántica colombiana hasta Perú y Ecuador.

Cuando las picas y palas iniciaban las obras en las 18 hectáreas que conforman el lote de la granja solar, se encontraron los primeros objetos. Ocensa inició las gestiones necesarias ante el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) que aprobó en 2023 el Programa de Arqueología Preventiva (PAP) para el proyecto SolarVas.

El programa tuvo una etapa de prospección, manejo y rescate arqueológico a cargo de Ocensa, y una etapa de arqueología pública donde se sensibilizó a la comunidad sobre la identidad y pertenencia al territorio, no solo con su presente sino con su pasado.

Prospección Arqueológica

Se hicieron más de 180 pozos de sondeo en el lote de acuerdo al PAP. Se hallaron 700 elementos de los cuales se recuperaron alrededor de 80 bienes con alguna historia por reconstruir.

Rescate arqueológico

Hallazgos líticos: Son piezas en piedra talladas por percusión simple. Las formas de los líticos recuperados indican la intervención humana en su fabricación o su uso para la caza, abrir frutos, cortar tallos, machacar hojas, entre otras. Al ser materiales en piedra, tienen los mayores grados de conservación. Algunas de las piedras encontradas no son propias del territorio sino de América Central, y se han hallado en otros lugares la ribera del Magdalena, en Perú y Ecuador. Su talla puede haberse hecho hace más de 3000 años.



Hallazgos de fragmentos cerámicos: Por su fragilidad y condiciones climáticas, presentan un estado de conservación regular. Pueden datar de un periodo tardío entre los siglos XII y XIX, dadas las posibles técnicas de fabricación y los colores. Se destacan fragmentos de vasijas, utensilios ornamentales y algunos rastros de coloración en rojo que denotan períodos de comunidades sedentarias, con mayor número de individuos y que hacían cocción de alimentos en los elementos.



Este hallazgo y su posterior desarrollo, muestran el compromiso de la compañía por la historia, las tradiciones y la conservación cultural de un patrimonio arqueológico que nos remonta a la vida de las comunidades que en el pasado habitaron el territorio.


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