La satisfacción de recuperar un manglar

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Ocensa entrega resultados del proyecto de restauración y rehabilitación de 39,2 hectáreas de manglar en la bahía de Cispatá.


Los esfuerzos del trabajo comunitario por la conservación del bosque de manglar, en la bahía de Cispatá, en Córdoba, se ven reflejados en la restauración de este ecosistema estratégico.

Desde el año 2020, ocho asociaciones de mangleros de los municipios de San Antero y Santa Cruz de Lorica realizaron actividades de restauración de 39,2 hectáreas de manglar en los sitios priorizados: salitrales Sonia y Las Mujeres, en el sector El Dago del área protegida Distrito Regional de Manejo Integrado DRMI Cispatá, La Balsa y Tinajones.

Para alcanzar este logro, se llevó a cabo la rehabilitación de 11.400 metros de caños en un sector afectado por la hipersalinización (evento resultado de la concentración excesiva de sal y de la obstrucción natural de los caños internos del ecosistema) permitiendo, de esta forma, el ingreso de agua y propágulos (semillas de mangle) y el lavado por medio de la marea natural de la bahía y en la desembocadura del río.

Además, se instalaron 480 montículos de crecimiento con 5.760 plántulas y se dispersaron 18.675 semillas de mangle rojo (Rhizophora mangle) en 7,47 hectáreas; con el fin de aportar a la regeneración natural del lugar. Para verificar la eficiencia y eficacia de esta restauración, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras – INVEMAR- creó y ejecutó el plan de seguimiento y monitoreo de la estructura y las condiciones fisicoquímicas de las áreas intervenidas.

En este proyecto, se reconoció el conocimiento tradicional de las comunidades mangleras de San Antero y Lorica, quienes se vincularon activamente y fueron fortalecidas en su identidad como asociaciones organizadas y legalizadas promoviendo así el desarrollo de los procesos de gobernanza que se han venido trabajando en el territorio, en el marco del programa Vida Manglar. Dichas organizaciones son: AMI, ASMADECOS, ASOMAGRO, LA ASOCIACIÓN DE MANGLEROS Y PESCADORES DE CAÑO LOBO, ASOMAUSAN, COOPROCAÑO, COMASCAL Y ASOMAPEBCA.

Vida Manglar, iniciado en junio de 2021 y administrado por la Fundación Omacha, hace parte de los proyectos de compensación ambiental de Ocensa. Las expectativas del proyecto eran altas dada la importancia de este ecosistema para la captura de carbono y el impacto en la comunidad del área de influencia del proyecto.

“Nosotros no solo queríamos hacer una compensación ambiental convencional, por cumplir, queríamos un proyecto que trascendiera en el tiempo y tuviera valor para la comunidad. Fue cuando decidimos acercarnos a la CVS Córdoba y explorar opciones. Así apareció el proyecto Vida Manglar”: explica Liliana Medina, jefe de gestión ambiental de Ocensa.


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