Las comunidades con las cuales nos relacionamos a lo largo del trazado del oleoducto son un aspecto relevante para nuestra organización y en especial para el área de gestión social. Por lo menos, son 20 años en los que las comunidades de Casanare han convivido con la industria petrolera. En un inicio fue con la multinacional BP, después Ecopetrol y ahora con Ocensa.
Actualmente contamos con oficinas de gestión social en Tauramena y Monterrey, desde donde realizamos comités de seguimiento en los cuales se presentan actividades de operación en curso y futuras, ofertas laborales y necesidades de bienes y servicios locales que necesitemos contratar. Los comités están integrados por representantes de gremios, gobierno local, sindicatos y comunidades.
Desde su creación, cuando se construía el descargadero de Tauramena en 2012, los comités de seguimiento han funcionado permanentemente, siendo una instancia comunitaria y de control que nos ayuda a tener un relacionamiento y comunicación directa con nuestros grupos de interés.